La falta de atención en los niños es un problema cada vez más frecuente que conlleva dificutades en el aprendizaje. Por eso, es importante estar atentos y ayudarlos a disminuir las distracciones y mejorar el foco. Si fomentás ciertas conductas en tu casa, mejorarás su concentración en todos los ámbitos, incluido el escolar.
- Descubrí dónde está el problema. La falta de atención suele centrarse en uno de los ámbitos del niño: una asignatura o un tema en concreto, una actividad que no le gusta, ciertas actitudes. Empezá por observarlo y, si es necesario, preguntale el motivo de su falta de interés. Así podrás actuar de manera más ajustada.
- Sé preciso. Es importante que elijas las palabras adecuadas y le des siempre a tu hijo datos simples y comprensibles, y le pidas que pregunte aquello que no entienda. Fomentá también un entorno de trabajo sin distracciones en el momento de hacer los deberes o estudiar.
- Apostá por la organización y la rutina. Podés comenzar imponiéndolas vos, pero tendrás que ir enseñándole a que sea tu hijo quien las establezca para sí mismo: cuándo tiene que hacer los deberes, cuándo es tiempo de jugar, cuándo hay que estudiar, sentarse a cenar, irse a dormir, etc.
- Promové la actividad. Es importante que animes a tu hijo a afrontar las tareas de manera activa. Incluso en el tiempo libre, es mejor que opte por llevar a cabo una actividad que le requiera cierta atención (rompecabezas, juegos de mesa, deportes) en vez de elegir entretenimientos pasivos como ver televisión.
- Comprendé sus límites. Todos tenemos una capacidad limitada de atender y concentrarnos. Descansar también es positivo, solo tenés que enseñarle a distinguir entre hacer una pausa y aplazar las obligaciones. Hacele comprender que, si se centra en cada tarea a su debido momento, tendrá tiempo para todo.