Parece ayer que comenzábamos el año pensando cómo organizarnos para que resultara el mejor período de estudio y crecimiento mientras también nos preparábamos para la llegada de la Pascua. Hoy aguardamos un nuevo nacimiento y ello nos da la pauta de que la esperanza se encuentra siempre latente. Que toda pérdida es aparente porque siempre llega el albor del día.
Con el fin de año son inevitables las reflexiones y pensamientos acerca de cómo transcurrió el año, qué aciertos o desaciertos se han tenido. Con respecto a la situación escolar pueden haber existido las buenas o malas calificaciones, las amenas o las olvidables experiencias, de lo que sí se puede estar seguro es que todo, absolutamente todo, forma parte del crecimiento.
Y es también esta etapa el momento de dedicar un espacio al agradecimiento. Mirar el entorno y ver todos los que han estado apoyando en el camino que no es un año más sin miramientos puesto que ningún camino nuevo que se transite será igual que el mismo ya recorrido.
El núcleo familiar
Los primeros colaboradores siempre se encuentran al lado aunque no siempre se puedan ver. “Cuando las papas queman, la familia siempre está”, dice una obra del escritor Hugo Midón, y es así. Seguramente mirando hacia los costados siempre hubo una mano de familia en el momento más necesario.
El entorno escolar
Dicen que la escuela es la segunda casa y no es poco decir. Mucho de lo que pasa en la vida de todos nació en la escuela. Conocimientos, amistades, creencias, pensamientos; y dentro de este ámbito cada uno de los seres que, puestos por Dios fueron prendiendo los focos que iban a iluminar el camino del 2014.
Un Dios abrasador
Y por sobre todo aquello, sobrevolando la familia y frecuentando la escuela siempre estuvo Dios. Es el que te dio ese empujón cuando no querías pasar al frente o el que se puso en el medio cuando llegaba el inminente reto, es quien te acompañó demostrando el fruto de tu esfuerzo y quien dio fuerza a tus padres cuando tuvieron que ponerte ese límite que estabas necesitando.
Siempre que llegado fin de año, mires hacia atrás te darás cuenta de todo lo que Dios te proveyó mientras casi no te dabas cuenta y cómo en la próxima Navidad volverá a nacer para llenar tu corazón de todo el regocijo que trae la almita de un recién nacido.
Desde Escuela Santo Tomás de Aquino agradecemos la compañía y solidaridad incondicionales, creciendo, caminando y educando siempre juntos.
Contenido producido originalmente por FastForward Concepts para Colegio Santo Tomás de Aquino.