Todo un año queda atrás de lecciones, aprendizajes, contenidos, materias y tareas. Hoy es el momento de aprender una última lección y que viene dada con la llegada de la Navidad. Sabemos que este momento litúrgico excede en gran medida lo que pueden ser regalos y compras para llenar un arbolito. La Navidad debe ser mirada desde el Pesebre y lo que se buscará es entonces pensar qué es aquello que ese retablo en el que nació Jesús viene a enseñar.
La mirada de la pobreza
El hijo de Dios nació en un Pesebre. Aquel lugar que nosotros ambientamos debajo de nuestro arbolito poco tiene que ver con lo que en realidad un Pesebre suele ser. Es el espacio destinado dentro de un ambiente de campo al descanso de los animales, un lugar sin confort, sin aseo ni, claramente, lujos. En ese lugar despojado quiso nacer el Hijo de Dios dejando desde el primer momento la impronta de la pobreza como lección de vida. Mirar el Pesebre tiene que hacernos pensar sobre la posibilidad de que siendo pobres seamos grandes, pobres de corazón, fanáticos de la humildad que es la mejor manera de desprender buenos y sinceros sentimientos.
La mirada de la familia
La contemplación del Pesebre también nos hace reflexionar acerca del núcleo familiar. Un padre y una madre congregados por el amor hacia su hijo en el más duro contexto en que pudiera haberles tocado, y sin embargo, esa estampa de la unión y la constante imagen de un corazón que bien pueden representar María, el Niño y José. Mirar el Pesebre tiene que ayudarnos a pensar en nuestra constitución familiar, en los vínculos y también en la necesidad de que, ante las adversidades, siempre se mantenga la unidad.
La mirada de la fiesta de la Navidad
El Pesebre se llena de gente, pastores, ángeles, Reyes. Todos llegan para adorar al Niño recién nacido y ese es el primigenio festejo de la Navidad. Nunca olvides al brindar un 24 de diciembre qué es lo que te congrega junto a tu familia. Allá detrás de todo el barullo, los fuegos artificiales, la comida y la música, hay un Niñito que llegó para que todos pudiéramos ser mejores.
Levantá tu copa en Navidad, sumate a los festejos, pero nunca dejes de pensar en todo lo que inspira la llegada del Niño Dios.
Desde Escuela Santo Tomás de Aquino queremos desear sinceras y fortalecedoras Navidades a nuestra comunidad y a todos los que se animen a contemplar el Pesebre rescatando de él su verdadero sentido.
Contenido producido originalmente por FastForward Concepts para Colegio Santo Tomás de Aquino.