La santidad es un anhelo que nunca pasa de moda. Y no se trata de los santos de altar que nos pueden parecer lejanos o inalcanzables. La santidad tiene que ver con la posibilidad de ser cada día un poco mejor en semejanza con Cristo, nuestro ejemplo a seguir.
Pero, ¿se puede ser santo aún viviendo una vida común y corriente? Claro que sí, la santidad es un camino que se construye día a día. No se trata de levantarse un día a la mañana y creer que la aureola va a bajar para canonizarnos. En nuestros días la vida en santidad es todo un desafío y una suma de plenas satisfacciones cada vez que se puede avanzar un peldaño más.
¿Querés conocer qué hábitos te acercan a ser Santo?
1 – Ofrecé tu día a Dios.
No tiene que ser una oración que no te permita hacer rápido tus actividades matinales antes de salir a trabajar o a estudiar. Pero con un simple momento de rememoración de la gloria de Dios y de la necesidad que tenemos de que cada día se nos ofrezca pleno, ya te levantarás con la mirada puesta en la humildad y en la necesidad de que reconociéndonos chicos, veamos la grandeza del Padre.
2- Una oración durante el día.
Quien sabe si en el colectivo o mientras caminás, o sentado en una oficina, tomarte cinco minutos de recogimiento interior y de comunicación con Dios pueden hacerte el día más llevadero. Y no solo eso. Tendrás la mirada puesta en la necesidad que tenés del Padre para continuar con tu camino y tus actos se encaminarán bajo su bendición. Como esas pequeñas charlas con las que levantás el ánimo, así tenés que comunicarte a través de la oración.
3- No abandonar la Misa
La participación en la Santa Misa es una invitación que no puede dejarse pasar. No se pide demasiado, sino un encuentro como el que podés tener con un amigo o un familiar y que te llenará de energía para el resto de la semana. Quizá ya lo hayas experimentado, pero cuando te encontrás cerca de Dios todo te resulta más sencillo y gratificante.
4- Examen de conciencia
Preferentemente antes de dormir hace bien tener una charla íntima con Dios y contarle cómo ha transcurrido el día. Dios lo sabe pero es importante que cada uno tome su propia vida en sus manos y pueda ver qué acciones de amor y caridad se emprendieron y cuáles no. Los egoísmos que deben dejarse de lado y las actitudes que de modificarse nos harán cada día mejores personas y, por qué no, más santos.
¿Listos para sumarnos a la búsqueda de la santidad?
Contenido producido originalmente por FastForward Concepts para Colegio Santo Tomás de Aquino.