La Cuaresma se instala como una oportunidad año a año para que realmente se piense en el camino de Cristiano que se va llevando y cuán lejos o cerca se está de sentirse agradecidos por el Sacrificio que hizo con su único hijo, Jesús, el propio padre.
Sobre el inicio la cuaresma y el alerta del carnaval
Con el Miércoles de Ceniza se inicia este período llamado la Cuaresma que está compuesto de cuarenta días y que termina con la Semana Santa para dar lugar a una nueva Pascua. Lejos de verlo monótono se debe pensar que, como todo rito, es una invitación que una vez más nos hace la Iglesia para acercarnos y aprovechar lo grandioso de sentirse cerca de Dios.
Hay un vínculo muy estrecho entre los dos días de carnaval que anteceden al Miércoles de Ceniza y el comienzo de la Cuaresma. Con el “Carnaval” se busca decir un “adiós a la carne”, para despedirse de alguna manera de todos los excesos que no son bienvenidos durante el período de preparación para la Pascua.
Hoy sabemos que la abstinencia no tiene que ser necesariamente de Carne sino más bien, se tiene que pensar en alguna acción que implique dejar de consumir algo que nos dé placer para ofrecer ese gasto en caridad.
El Nacimiento de la Cuaresma
La Cuaresma es el período del año a través del cual nos invitan a revivir el Sacrificio de Jesús en la Cruz. Con los cuarenta días se ven representados los que ayunó Jesús en el desierto y es una etapa para mirar hacia el interior, para limpiar nuestros corazones, llenarnos de caridad, oración y sacrificio.
El amor de Dios es tan grande que no nos da una sola oportunidad, sino que nos ofrece todos los años esa posibilidad de dar sentido a nuestro corazón llenándolo de buenas acciones y sacando de él todos los malos sentimientos.
No es una Cuaresma más, vivíla como la gran apuesta que Dios nos hace porque confía en nosotros y nos quiere cada día mejores, más alegres y más orientados a la solidaridad y al amor.
¿Te animás a una Cuaresma nueva?
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