Existen ciertas épocas del año en las que los chicos se sienten saturados, cansados o simplemente tienen brotes de rebeldía, y se niegan a dedicar el tiempo necesario al estudio. Si nuestros hijos no quieren estudiar, podemos aplicar ciertas estrategias de motivación, sin llegar a la imposición autoritaria.
- No obligarlos a estudiar. Lo mejor es hablar con tu hijo y, si ves que tiene mucha resistencia al estudio, buscar ayuda con un especialista para verificar si existen algunas dificultades en su aprendizaje.
- Evitar la rebeldía. Es muy importante que el estudio no sea una excusa para la rebelión de tu hijo como respuesta a un conflicto familiar. En este caso, lo mejor es apelar a la comunicación y a la resolución de los problemas.
- Revalorizar la importancia del estudio. Es muy importante que hables con él sobre la importancia que tiene estudiar. Este tema lo puedes abordar desde un enfoque por el cual tu hijo pueda tomar conciencia de la importancia que tiene el estudio para su futuro y el desarrollo de su inteligencia, pero sin presionarlo demasiado.
- Destacar la importancia del conocimiento. Otro de los puntos importantes para motivar los chicos a estudiar es que puedan comprender que el consumo no lo es todo y que uno no vale por lo que tiene, sino por lo que es.
- Estimular el estudio con el ejemplo. Es fundamental que tenga ejemplos en los cuales reflejarse y en los cuales pueda ver lo positivo de estudiar.
- Buscar buenas compañías. Algo muy importante es que tengan amigos que estudien, ya que es un espejo para ellos y un estímulo extra.
- Combinar estudio con actividades recreativas. Es fundamental alternar los tiempos de estudio con otras actividades necesarias para su desarrollo y crecimiento, como el deporte, el juego y la sociabilidad.
- Estimular con premios. Para motivar a tu hijo con el estudio, podés otorgarle premios o recompensas por resultados. Estas pueden ser una buena forma de motivar a tu hijo para que estudie, es decir, recompensando el esfuerzo con un regalo.
- Castigar solo si es necesario. El castigo no es lo más aconsejable: si hay mucha resistencia a estudiar por parte de tu hijo, tenés que intentar primero la comunicación y las diferentes alternativas para que se motive para estudiar.
Apoyando y acompañando a nuestros hijos, podremos lograr que superen los pequeños obstáculos que se les pueden llegar a presentar en el camino del aprendizaje.