Con la vuelta a la rutina, es necesario también ordenar las comidas de los chicos, tanto si comen en el colegio como si lo hacen en casa. Una nutrición saludable y equilibrada es la clave de un buen rendimiento escolar y físico.
Primero lo primero: los alimentos frescos siempre tienen que ser nuestra primera opción y la bebida más saludable para todos los momentos del día siempre es el agua. Además, tienen que estar cubiertos todos los grupos de alimentos:
- Glúcidos con fibras: cereales integrales, papas, choclos, harinas integrales, frutas enteras.
- Grasas buenas: aceites, frutos secas, paltas, semillas.
- Proteínas: con 2 vasos de leche, 1 porción de queso, carnes magras (en cantidades moderadas), huevos y alguna legumbre (arvejas, lentejas), se cubren con buena calidad.
- Vitaminas y minerales: estarán cubiertos si a todo lo mencionado se le agregan verduras.
Con respecto a los desayunos y meriendas, ambas comidas deben tener un alimento proteico (leche/yogur/queso/huevo), un alimento energético (cereales/panificados/frutos secos) y un alimento con azúcares y fibras (una fruta fresca).
En cuanto a las colaciones, se recomienda:
- A media mañana: si el desayuno fue incompleto, es importante que se lleven alguna de estas opciones: un sándwich de queso, una fruta, una bolsita con cereales y frutas secas, siempre junto a la botellita de agua.
- A media tarde: si la merienda fue escasa o las actividades extra se multiplican, es ideal reforzar con un buen yogur o un licuado para que lleguen satisfechos hasta la cena.