Durante el último trimestre escolar, es normal que las presiones sobre los chicos comiencen a ser mayores, ya que empieza la época de exámenes, proyectos y recuperativos. Para que estas situaciones no generen estrés en nuestros hijos, existen algunas medidas que podemos tomar para acompañarlos de la mejor manera a través de este proceso.
- Brindar apoyo continuo: Los padres deben inspirar confianza; el niño debe saber que, más allá de la nota, lo que nos interesa es el esfuerzo que puso para prepararse para el examen.
- Motivarlos: Es fundamental para que puedan llegar a fin de año sin ansiedad ni estrés, ni sobrepasados por sus responsabilidades. Para esto, en primer lugar, debemos dar el ejemplo: si nosotros estamos motivados, vamos a contagiarles nuestra energía. En segundo lugar, como decíamos, es importante reconocer el esfuerzo y premiar el deseo de aprender.
- Mantener la calma: Es el primer paso para poder enfrentarse a este reto, ya que en muchas ocasiones son los propios padres quienes más sufren de nervios y ansiedad ante el final del año escolar y todo lo que esto implica. Los niños deben saber que obtener un mal resultado no es el fin, que de los errores se aprende y que, muchas veces, simplemente hay que asumir las consecuencias.
- Ofrecer seguridad: Si se valora a sí mismo como persona sin depender de las calificaciones, la confianza de nuestro hijo aumentará y mejorará su rendimiento escolar.
- Dejar tiempo para el ocio: Si bien es cierto que deben esforzarse para los exámenes, también deben descansar; por esto es necesario que el niño tenga su tiempo de ocio para relajar la mente o participar de talleres que lo ayuden a practicar otras actividades.
- Dormir bien: Dormir bien es vital para un buen rendimiento físico y mental. Los padres pueden ayudarlos a lograr esto asegurándose de que no se lleven el celular al cuarto y que tengan una rutina que los obligue a levantarse temprano, de manera que a la noche se sientan lo suficientemente cansados como para irse a dormir a una hora prudente.
- Comer mejor: En el caso de los niños, resulta sumamente peligroso es que se salten comidas e ingieran snacks poco saludables. Tener a mano frutas, barras de cereal saludables y asegurarse de que desayunen bien en casa son formas de promover una mejor alimentación y reducir sus niveles de estrés. Si comen bien, se sienten mejor y rinden más.